La principal plaga del rosal

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Según el Catálogo de Insectos Fitófagos de la Argentina y sus Plantas Asociadas, los pulgones son una de las plagas más comunes sufridas por las plantas ornamentales; entre ellas se destaca el rosal por ser uno de los ejemplares más susceptibles. Estos insectos son reconocidos como vectores de virus fitopatógenos, lo que hace necesaria su detección e imprescindible su control.

Las colonias de pulgones suelen establecerse en los brotes y pimpollos de las plantas. Muestran tamaños que pueden llegar hasta los diez milímetros, aunque frecuentemente se observan más pequeños y de colores variados, tales como verde, naranja, amarillo y marrón. Una característica distintiva son los dos cornículos presentes en su abdomen.

Ante la aparición de una colonia de pulgones, una medida inicial de control recomendada es el lavado con agua a presión. Esto se logra generando una fuerte lluvia con la manguera, dirigida de abajo hacia arriba para eliminar los insectos de los brotes afectados.

Es importante monitorear regularmente las plantas en miras de detectar cualquier signo de infestación y actuar de manera rápida para evitar daños mayores.