Casas para avispas y abejas

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Muy populares en Europa y en los Estados Unidos, las casas para avispas y abejas se ubican en los jardines y tienen como objetivo atraer especies solitarias e inofensivas para los seres humanos y sus mascotas. Estos insectos son, a la vez, imprescindibles para la polinización de las flores, acción fundamental para que las plantas produzcan semillas y frutos. Asimismo, ayudan a repeler insectos predadores. Incluso, algunas avispas son excelentes controladoras biológicas de numerosas e importantes plagas.

Estas avispas y abejas no defienden su nido. No son agresivas ni reactivas; y su veneno tampoco es potente. Por eso decimos que son inofensivas si las comparamos con las abejas comunes o las avispas que hacen los panales de papel, que defienden agresivamente la colmena y tienen venenos más potentes.

Las construcciones a las que aludimos son muy sencillas de realizar. Las casas deben tener un techo o un alero que las proteja de lluvias oblicuas, a fin de impedir que los agujeros se inunden. Se colocarán por lo menos a un metro del suelo y se orientarán con dirección al sol, porque estos animales son de sangre fría y necesitan calor. Habrá que tener en cuenta, además, que los postes tratados con insecticidas no pueden ser utilizados en el armado de los túneles.

Un experimento de la UBA demostró que este es un sistema bastante exitoso. Hicieron estas casitas con tacos de madera de unos 5 x 5 cm -cada paquete tenía 25 agujeros de 10 cm de profundidad- y estimaron que, en un cuarto de hectárea, entran unas diez casas. Un dato interesante es que si dichas construcciones no se llenan en un 90 % es porque en la zona se están empleando demasiados agroquímicos; es decir, funcionan como indicador de un dato vital.

Sin dudas, ¡una actividad muy interesante para llevar adelante esta primavera!