Microplantas: importancia de la iluminación

Las microplantas se han convertido en una curiosidad que ofrece la posibilidad de disfrutar de la naturaleza en espacios reducidos. No son bonsáis ni simples plantines, sino versiones compactas de plantas ornamentales y comestibles, como gerberas, mimosas y pimientos. Vienen en macetas de 6 cm de diámetro (unos 150 cc).
Si cuando nos hablan de ellas suponemos que requieren muchos cuidados, nos equivocamos: de sencillo mantenimiento, su buen desarrollo depende, en la mayoría de los casos (al igual que todas las plantas), del lugar en que se las ubica y de que se les brinden las condiciones necesarias para su bienestar.
Por lo general, el factor limitante de que se desarrollen bien es el nivel de iluminación insuficiente que recibe la planta. Si estamos atentos, es posible advertir que no están en un lugar correcto. Veremos que, a condiciones de insuficiente iluminación, las plantas se adaptan perdiendo follaje inferior, comúnmente luego del amarillamiento, alargan sus tallos y pecíolos foliares, y cesa la formación de nuevas flores.
¿Qué plantas podemos elegir teniendo en cuenta esto? Es posible proponer para exteriores muy iluminados: Cyclamen, Gerbera, y para la huerta: tomate y pimiento (estos tres últimos necesitan exposición a luz solar directa, al menos, por medio día para desarrollarse normalmente). En interiores con iluminación alta: Mimosa, Saintpaulia y Syngonium; con iluminación media o alta: Nephrolepis, Hypoestes.
En síntesis, las microplantas son una opción atractiva y fácil de mantener, siempre que se les ofrezca la iluminación adecuada