¿Cómo se aplica el xeripaisajismo?
En un contexto global donde el cambio climático y la escasez de agua dulce son problemáticas cada vez más urgentes, en qué forma el xeripaisajimo nos puede ayudar.

En un contexto global donde el cambio climático y la escasez de agua dulce son problemáticas cada vez más urgentes, en qué forma el xeripaisajimo nos puede ayudar.
Esta disciplina se presenta como una alternativa moderna y eficiente dentro de las tendencias del paisajismo sustentable. Por esta razón, en distintos países, a través de universidades y de diferentes organismos oficiales, recomiendan esta práctica como parte de sus políticas de conservación del agua.
Dicho concepto paisajístico, especialmente adecuado para zonas áridas y semiáridas -como el centro oeste de la Argentina-, se basa en tres pilares fundamentales: el uso de plantas de bajo requerimiento hídrico, un sistema de riego eficiente y una arquitectura paisajística adaptada al clima.
Aplicación
El proceso comienza con la selección adecuada de especies vegetales. Estas pueden ser nativas o exóticas, siempre que estén adaptadas al clima de la región. Luego, se agrupan según sus necesidades hídricas, lo cual permite optimizar el riego. También se limita el uso del césped -este suele requerir mucha agua- y se reemplaza por florales o cubresuelos de bajo consumo.
El riego se realiza con sistemas que permiten ajustar el caudal según la temperatura y la estación, y se minimiza la evaporación mediante el uso de mulching (coberturas vegetales u orgánicas como chipiado de cortezas o rocalla).
Por último, se reduce el uso de fertilizantes y pesticidas, ya que las plantas adaptadas presentan mayor resistencia a plagas y enfermedades, lo que favorece un entorno más seguro para las familias y menos contaminante en general.
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