¿Por qué las hojas de las plantas se ponen amarillas?
Las plantas comunican qué les pasa a través de su follaje. Si el suelo/sustrato es el correcto o si el ambiente es el adecuado.

Algunas de las causas más frecuentes del amarilleo de las hojas.
Falta de agua. Puede sorprender lo común que es este motivo. Si tiene poca agua, la planta sufre estrés hídrico; y las hojas lucen, primero, amarillas y luego, secas y quebradizas. Observaremos, que, si este es el caso, habrá hojas amarillas por toda la planta -y no, por ejemplo, solo en las partes nuevas-.
Deficiencia de nutrientes. En muchos casos, los primeros nutrientes en señalar que a la planta le faltan estos elementos son el nitrógeno o el hierro. Pensemos, por ejemplo, en los jazmines. En ellos, la carencia de hierro se nota en las hojas nuevas: se ponen amarillas, mientras que el resto está bien. Una pista práctica para identificar esta causa es observar si las nervaduras de las hojas amarillas lucen de color verde. Si es así, la razón más probable es la falta de nutrientes.
Envejecimiento natural. En algunas plantas, el amarilleo de las hojas más bajas -viejas- es, simplemente, parte del ciclo natural. No implica un problema grave, en especial, si la planta genera hojas nuevas sanas.
¿Existen otras razones por las que las hojas pueden ponerse amarillas? Sí, por supuesto. Entre ellas, se encuentran el ataque de plagas o la presencia de enfermedades. Siempre que haya dudas, lo más conveniente es llevar una fotografía de la planta y algunas hojas afectadas para que las evalúe un especialista -por ejemplo, un viverista o un florista-.