Cavidades en los árboles: qué hacer y qué evitar
Una de las preocupaciones de quienes cuidan la salud de los árboles es la presencia de cavidades en ellos. La solución no es taparlas ni perforarlas.

En el manejo de los árboles urbanos y en los de jardín, frecuentemente surge la duda frente a la observación de cavidades que acumulan agua de lluvia. Nos preguntamos si conviene taparlas para evitar que siga entrando agua o si es necesario perforarlas para que drenen.
El Ing. Agr. Carlos Anaya -presidente de la Asociación Civil de Arboricultura de la Argentina y especialista en arbolado urbano- explica que ambas prácticas son erróneas. Y que lejos de mejorar la situación, pueden acelerar la degradación de la madera.
Por qué no es conveniente tapar una cavidad con cemento u otros materiales
Cuando se tapa una cavidad con cemento u otro material, el árbol continúa su crecimiento y rápidamente genera una grieta en el borde. El agua de lluvia volverá a entrar, pero esta vez tendrá mayor dificultad para evaporarse. Además, se pierde la posibilidad de observar cómo evoluciona la cavidad. El material agregado no detiene el proceso de degradación de la madera, sólo es cosmética, advierte Anaya.
Los riesgos de perforar y drenar las cavidades de los árboles
Otra práctica habitual es perforar el sitio con una mecha e insertar un pequeño caño para que drene. El especialista señala que, con el tiempo, el crecimiento del árbol aplasta el caño y lo inutiliza. Y, lo más grave es que, al agujerear, se daña tejido sano, y se rompe una de las barreras naturales de defensa del árbol. Esto acelera la degradación porque al hongo se le abren más condiciones para que avance.
Algo similar ocurre cuando se intenta “limpiar” la cavidad como si se tratara de un tejido animal que cicatriza. En realidad, el árbol no cicatriza: compartimenta la herida.
- La compartimentación es la estrategia natural que tienen los árboles para defenderse frente a una herida. A diferencia de la cicatrización en personas y en animales —la cual consiste en la regeneración de tejido nuevo para reparar el daño—, en los árboles, el tejido perdido no se regenera. En su lugar, el árbol crea una barrera alrededor de la zona afectada, con el fin de aislarla. De este modo, el área dañada queda “encerrada” dentro de una cápsula de madera más reciente, lo que evita que el deterioro avance hacia el resto de la estructura.
El rol del agua en las cavidades: aliada y no enemiga de los árboles
Paradójicamente, la presencia de agua en una cavidad no representa el problema que muchos creen que existe. Según explica Anaya, cuando la cavidad se llena, el agua desplaza el oxígeno del espacio interno. Y como los hongos que degradan la madera necesitan oxígeno para desarrollarse, ese ambiente inundado se les vuelve hostil.
La recomendación de los especialistas: dejar las cavidades sin intervenir
Las cavidades no deben tocarse. Cualquier intento de taparlas o de drenarlas empeora la situación en lugar de mejorarla.