Diseño del jardín. ¿Por dónde iniciarlo?

Antes de comenzar a proyectar un espacio verde, conviene pensar muy bien la respuesta a ciertos interrogantes:
– ¿Cuánto dinero se dispone para su armado?
– ¿Qué deseamos encontrar en el jardín? Por ejemplo: ¿Un huerto? ¿Un espacio de recreación para los niños? ¿Un lugar de descanso?
– ¿Quién se encargará del mantenimiento? Si lo hiciera la familia, ¿cuál sería la disponibilidad de tiempo para dicha tarea? Si la idea fuera contratar a un jardinero, ¿cuál sería el presupuesto disponible?
Sin olvidarnos de averiguar cómo es el suelo y el clima. Así, haremos más preguntas. ¿Qué plantas hay en el terreno y cómo son los espacios verdes de los alrededores? ¿Se observan plantas vecinas desde el jardín (cuáles son, cómo lucen, etc.)?
- Croquis
Conocidas estas respuestas, vamos a iniciar el trabajo armando un croquis. Primero, tomaremos las medidas del jardín y las volcaremos luego a un plano (suele ser más fácil si se tenemos un punto de referencia).
Comúnmente, se usa la escala 1 cm por m2; sin embargo, esto dependerá del tamaño del espacio a diseñar y del papel. Este deberá ser cuadriculado si se quiere simplificar el trabajo.
Ahora sí, sobre él se comenzarán a plasmar las ideas. Es importante que, en el plano, consideremos la dimensión que tendrá la planta cuando sea adulta, aunque la coloquemos pequeña.
Una vez que hayamos llegado a esta instancia, convendría pedir asesoramiento en los viveros (sobre todo, con respecto a las características de los ejemplares) y/o a algún paisajista (aunque solo se trate de un par de entrevistas, ellos podrán aportar muy buenas ideas, por ejemplo, en relación con el diseño y la decoración).
Finalmente, antes de definir lo que se quiere hacer, también sería bueno acudir a la información de algunos libros y revistas especializados en el tema para asegurar, aún más, el éxito de tan bello propósito.