Fácil: trepadoras en vez de jardines verticales 

Más allá de la elección de los jardines verticales -bellísimos, pero caros de hacer y difíciles de mantener en comparación con otras opciones-, existe la alternativa ofrecida por las clásicas trepadoras. Estas plantas, que se adhieren solas a las paredes, presentan ventajas iguales a aquellos, en general.

Como recordamos, todas las plantas producen oxígeno y absorben dióxido de carbono (este último es el que provoca el efecto invernadero). Incluso, las plantas ayudan a limpiar el aire: algunas partículas (como las del polvo) se adhieren a ellas y luego son depositadas en el suelo por acción de la lluvia.

Pero no es ese el único provecho que se obtiene de las paredes verdes, sino que, entre otros, está el de desempeñarse como reguladoras de la temperatura al funcionar como aislante térmico. ¿Cómo lo consiguen? Gracias al colchón de aire que se forma entre las hojas: “dispositivo” natural que también sirve para proteger el hogar de ruidos molestos. Entonces, una pared verde logrará que la casa sea más fresca en verano y más cálida en invierno, y, además, más silenciosa.

A lo dicho se agrega el aspecto estético. Todos sabemos que las plantas mejoran visualmente la apariencia de las casas, y diversos autores han reportado que, a su vez, influyen en el ánimo de las personas haciendo que estas experimenten mayor felicidad.

La enamorada del muro (Ficus pumila), la ampelopsis (Parthenocissus tricuspidata) y la hiedra (Hedera helix) son tres de las tantas plantas de esta clase que se pueden aprovechar para tener una pared verde con muy bajo mantenimiento.

En pocas palabras, las trepadoras ofrecen una solución práctica, eficiente y estéticamente agradable para aquellos que buscan disfrutar de los beneficios de una pared verde, sin la complejidad y el costo de un jardín vertical.