Jardín: ventajas del agua magnetizada

El agua magnetizada podría ser la solución que estabas buscando para mejorar el desarrollo de tus plantas. El Ing. Agr. Héctor Svartz, exdirector de la Tecnicatura en Jardinería de la UBA, descubrió algo realmente interesante en una de sus investigaciones.
En un jardín del Gran Buenos Aires, lleno de plantas nativas, el crecimiento de las plantas era limitado y algunas mostraban clorosis férrica debido a la alcalinidad del agua (pH 8). A pesar de un cuidado esmerado y el uso de compost, los resultados eran insatisfactorios.
Para resolver el problema, se aplicaron dos campos magnéticos en el sistema de riego del jardín (450 m²), con una intensidad de entre 1500 y 2000 Gauss. Esto generó agua de tipo unipolar norte. En menos de tres meses, los cambios fueron asombrosos: las plantas crecieron más robustas y saludables, y comenzaron a resembrarse por sí solas.
Los campos magnéticos mejoran la absorción del agua optimizando este proceso a nivel de las membranas celulares. Rompen sus estructuras hexamoleculares y las llevan a bimoleculares, facilitando que el agua y los nutrientes lleguen a las raíces de manera más eficiente. Además, reducen la tensión superficial y su viscosidad.
Este ajuste también eleva ligeramente el pH y la conductividad eléctrica del agua, lo que puede potenciar la germinación de las semillas y lograr un buen crecimiento con ahorro significativo de fertilizantes. El agua magnetizada también disminuyó la evapotranspiración.
Cuando se usó agua sometida a un campo magnético del polo norte, las plantas crecieron altas y esbeltas. En cambio, el agua del polo sur tuvo como resultado plantas con tallos más gruesos y compactos. Esta innovadora técnica podría transformar tu jardín y obtener resultados interesantes.
Foto: gentileza de Héctor Svartz