Por qué elegir enredaderas de tallos volubles

Clematis. Foto: Adobe Stock

Las enredaderas de tallos volubles son una elección encantadora para cualquier jardín. Estas plantas tienen la capacidad de enroscarse alrededor de sus soportes, y agregar, así, un toque de elegancia y belleza a cualquier espacio verde. Entre sus ventajas, su ligereza, lo que significa que no necesitan estructuras demasiado robustas para crecer.

Su versatilidad las convierte en una opción ideal para diversos entornos, ya que no requieren grandes espacios y se pueden mantener fácilmente con podas regulares. Esto permite controlar su tamaño y forma, y adaptarlas a cualquier sitio en el jardín.

Dentro de este grupo de trepadoras, encontramos plantas que deslumbran con sus fuertes fragancias:  el jazmín de leche (Trachelospermum jasminodes) y el jazmín chino (Jasminum polyanthum) son ejemplos notables. Y otras que se caracterizan por los llamativos colores y las formas de sus flores, como las clemátides, que poseen una amplia gama de colores en sus flores (Clematis sp.); y los ojitos negros (Thunbergia alata), que aportan un toque de color vibrante en tonos naranjas y amarillos. Como quinto ejemplo de enredadera de tallo voluble destaco la alverjilla de olor (Lathyrus odoratus), que deleita con su aroma dulce y sus tonos suaves.

En resumen, las enredaderas de tallos volubles nos regalan belleza, fragancia y adaptabilidad, y se convierten en una opción irresistible para cualquier amante de la jardinería que busque agregar encanto y vitalidad a su entorno natural.